Conozco la obra de Sergio desde sus principios. Primero fue su etapa sígnica, elogiada por Ary Brizzi. Luego su incursión de lo precolombino y el malón defendiendo la cultura de este continente.
En este momento lo encuentro en el punto más personal de su trayectoria.
A través de la mancha, cuya sugerencia ya nos la denotaba el viejo y siempre joven da Vinci, se expresa con la misma en el plano, el relieve, la incisión, el objeto y el soporte.
Con el máximo contraste, solo blanco y negro, valoriza la forma como elemento plástico determinante.
Logra crear un clima trágico que lo relaciona con la pintura negra de Goya, lo acromático de Picasso en Guernica, los suprematistas y los expresionistas, todo resuelto en una formidable síntesis.
El uso del soporte transparente con la imagen en reversa, logra ver la dualidad de todo hecho, acercándolo a la dialéctica Hegeliana.
El trabajo de alambre, desde la opresión del círculo a la explosión liberadora en su última propuesta, en la que juega con elementos lineales y aprovecha los efectos de luz y sombra, genera un estado místico.
Vi su muestra en ICADE y aún me sigue conmoviendo. Ya liberada de su hacedor, su obra se la juega por si misma y bien que se defiende, es lo que llamamos simplemente la autonomía del arte y su factura impecable.
Arq. Rolando Rodríguez Santos
En este momento lo encuentro en el punto más personal de su trayectoria.
A través de la mancha, cuya sugerencia ya nos la denotaba el viejo y siempre joven da Vinci, se expresa con la misma en el plano, el relieve, la incisión, el objeto y el soporte.
Con el máximo contraste, solo blanco y negro, valoriza la forma como elemento plástico determinante.
Logra crear un clima trágico que lo relaciona con la pintura negra de Goya, lo acromático de Picasso en Guernica, los suprematistas y los expresionistas, todo resuelto en una formidable síntesis.
El uso del soporte transparente con la imagen en reversa, logra ver la dualidad de todo hecho, acercándolo a la dialéctica Hegeliana.
El trabajo de alambre, desde la opresión del círculo a la explosión liberadora en su última propuesta, en la que juega con elementos lineales y aprovecha los efectos de luz y sombra, genera un estado místico.
Vi su muestra en ICADE y aún me sigue conmoviendo. Ya liberada de su hacedor, su obra se la juega por si misma y bien que se defiende, es lo que llamamos simplemente la autonomía del arte y su factura impecable.
Arq. Rolando Rodríguez Santos
Ex Director de la Escuela de Artes Visuales E. Pettoruti